¿Cuáles son las consecuencias de perder el norte? o lo que es lo mismo… ¿cómo nos sentimos si el ciclo menstrual se desajusta?

En el plano simbólico, si perdemos nuestro mapa (mental o físico) o las coordenadas que nos ayudan a ubicarnos, nos podemos sentir perdidas y angustiadas… Pues esto sucede si no ovulamos o si nuestro ciclo se desajusta: que vamos sin rumbo, sin referencias que nos ayude a saber por dónde andamos, hacia dónde vamos y desde qué lugar actuamos.

El ciclo menstrual es esa brújula que facilita que no perdamos ese rumbo, ya que contiene las coordenadas necesarias para no desubicarnos. Por eso es tan importante conocer nuestra ciclicidad y así saber si ovulamos y qué fase transitamos.
En consulta recibo casos de mujeres que se encuentran muy perdidas y cuando les ayudo a conocer su ciclicidad, es entonces cuando entienden que necesitan saber cuáles son las propias coordenadas de su mapa para comprender desde qué lugar hablan, desde qué lugar sienten y actúan.
Los ciclos anovulatorios y los desajustes hormonales pueden llevar a un estado mental desorganizado, generando más ansiedad y malestar emocional en muchos casos. Recordemos que tras la ovulación se produce una glandulita temporal –Cuerpo Lúteo-, en el ovario, que se va a encargar de liberar progesterona para mantener la calma y el sistema inmune controlado, secretar los nutrientes necesarios para el endometrio, así como proporcionar los mecanismos que optimizan su absorción y metabolismo (catabolismo), favoreciendo la salud ósea y muscular, la homeostasis del organismo, regulación del estado de ánimo y estimulación del sueño, prevención de enfermedades, etc. Beneficios que podéis consultar en otro post anterior sobre este tema.

Necesitamos tener claro cómo deseamos estar en el mundo. Esto es no perder el norte. Especialmente, cuando atravesamos situaciones de estrés o crisis emocionales, ya que la ovulación se puede ver afectada (interrumpida o alterada: desequilibrios hormonales) produciéndose síntomas premenstruales, tanto físicos como emocionales.
Es importante no olvidar que este cuerpo que nos sostiene tiene la capacidad de autorregularse, pero necesita que no se lo pongamos más difícil.