Cuídate sin disruptores endocrinos

¿Sabes que existen sustancias tóxicas que alteran el ciclo hormonal? Bien, pues voy a comenzar por el final… Quienes me conocen, saben que insisto mucho en que cuidemos nuestro cuerpo con alternativas bio y sostenibles, por eso me gusta tanto los productos «Mu’ Tu«, me encantan sus jabones, champús y cremas sólidas… porque están elaborados con amor, con respeto por el planeta, de manera ecológica, sin plásticos, ni sustancias tóxicas para el cuerpo y, además, es un producto local. 

Lamentablemente, vivimos en un mundo lleno de sustancias que alteran el sistema endocrino, y esto es perjudicial para todas las personas (seamos cíclicas o no). Se sabe que ciertos tóxicos ambientales, una alimentación inadecuada o el estilo de vida… producen problemas de salud hormonal.  La propia Organización Mundial de la Salud ya ha alertado sobre este tema.

Los Disruptores endocrinos o xenoestrógenos, llamados así porque imitan el comportamiento de los estrógenos naturales, actúan ocupando los receptores hormonales de las células del organismo, de tal forma que interfieren o bloquean estos receptores, y por lo tanto, las funciones del sistema endocrino. Como consecuencia de todo ello, se produce una interrupción de las funciones y se altera el equilibrio hormonal, llegando a ser potencialmente cancerígeno. Esto es particularmente perjudicial para algunos órganos sensibles a las hormonas y para los sistemas inmunológico y neurológico. Los estudios señalan que la acumulación de xenoestrógenos puede derivar en patologías graves como el cáncer de mama, cáncer de útero, de próstata y testicular, infertilidad, endometriosis, abortos espontáneos, obesidad y diabetes.

La contaminación ambiental, algunos alimentos, la anticoncepción hormonal u otros tratamientos hormonales, sustancias de origen petroquímico (ej. Bisfenol-A – BPA, ftalatos, en plásticos, teflón o pesticidas), productos de “higiene menstrual” (ej. Dioxinas), productos cosméticos (ej. Parabenos, benzofenomas, aluminio…) y limpieza (ej. cloro), fitoestrógenos (ej. soja) o fitosanitarios (herbicidas, fertilizantes químicos…) son algunos ejemplos donde podemos encontrar estas sustancias.

Imagen de Ecologistas en Acción

Aquí puedo contaros cómo afecta en el caso del ciclo menstrual, ya que estoy especializada en este ámbito. Se sabe que estas sustancias acaban hiperestrogenizando el organismo, produciendo un grave desequilibrio hormonal. Se rompe así la homeostasis natural necesaria para que el cuerpo funcione correctamente, ocasionando problemas de salud, desajustes (síndrome premenstrual metrorragias, oligomenorrea, amenorrea, dismenorrea, anovulación) o patologías como la endometriosis, adenomiosis, miomas, etc. o empeorando las que ya existen. Además, estos desequilibrios pueden producir alteraciones del ánimo como depresión, ansiedad o agotamiento mental. Un reciente estudio pionero de las doctoras y científicas Enriqueta Barranco y Olga Ocón de la Universidad de Granada, arrojó unos datos alarmantes sobre la presencia de contaminantes orgánicos (parabenos y benzofenomas) frecuentemente usados en productos de cuidado personal (PCPs – que incluyen cosméticos, artículos para el hogar y fármacos, entre otros) en todas las muestras de sangre menstrual analizadas.

Aquí van algunos tips!!

Elije siempre productos SIN:

– Bisfenol-A ni organoclorados (presentes en fitosanitarios como herbicidas, fertilizantes químicos, pesticidas, productos de limpieza como la lejía, plásticos y otros productos de origen petroquímico).

– Parabenos, ftalatos, dioxinas ni otros tóxicos (los encuentras en productos de higiene y cosmética convencional).

– Plásticos, latas de conserva, tiquets de compra ni otros envases, especialmente si está en contacto con alimentos o con el agua (ya que está estudiado que los alimentos pueden llegar a contaminarse con BPA). Existen alternativas como el vidrio, papel y siliconas.

Recuerda: si un producto no te cuida a tí ni a la naturaleza, no es para tí.

Además de evitar todo esto… ¿Entonces… Qué más podemos hacer?

– No lavar tus genitales con ningún tipo de jabón (tanto en la zona interna como externa). por ejemplo, la vulva sólo se debe lavar con agua. Las mucosas tienen sus propios mecanismos naturales de autolimpieza. De esta forma, mejorarás las defensas y tu sistema inmune, evitando infecciones y desequilibrios o disbiosis en la microbiota.

– Cuidar la alimentación: evita precocinados, productos industriales y grasas trans, y consume alimentos con nutrientes 100% naturales.

– Utilizar métodos de recogida del sangrado menstrual libres de estos tóxicos: copa menstrual de silicona médica, compresas de tela bio o sangrado libre (no aconsejo las esponjas marinas porque es un ser vivo del ecosistema y fauna marina que está en peligro de extinción en muchos lugares).

– Escoger productos de limpieza y cosmética orgánica libres de estos tóxicos. Revisa siempre la composición de los productos: cremas, jabones, champús, desodorantes, perfumes, …

En la piel y en las mucosas existen importantes receptores dérmicos endocrinos y sensitivos. La piel es el órgano más grande del cuerpo y funciona como puerta y barrera biológica que preserva la homeostasis sistémica interna. Si nos cuidamos de forma holística, el resto del cuerpo te lo va a agradecer.

Algunas fuentes:

  • Ecologistas en Acción
  • Organización Mundial de la Salud
  • Carme Valls-Llobet (2019) “Medio ambiente y salud”. Ed.cátedra.

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